domingo, 24 de junio de 2007

......Cuidado con los chequeos......

Si sos un tipo feliz
sin temores y sin miedos
no se te ocurra jamás
dejarte hacer un chequeo
porque te vas a enterar,
sin siquiera suponerlo
que estás en las diez de últimas
aunque te cueste creerlo.

Seguro van a decirte
que te sobran triglicéridos
lo mismo que fosfolípidos,
sin colesterol del bueno,
y que por los ateromas;
que ellos te van produciendo
ya tenés la cañería tapada
de medio a medio:
que eso preanuncia un infarto,
que todo es cuestión de tiempo...

También te puede ocurrir
que te encuentren un bloqueo,
una elongación de aorta
que no augura nada bueno;
taquicardia sinusal
que habrá que parar a tiempo,
o una isquemia de cuidado
en el ventrículo izquierdo.

Son enormes las variantes
del informe del chequeo,
todo es cuestión del color
del cristal de tu galeno:
inflamación en el colon,
irritación en el recto,
que el intestino delgado
no absorbe los alimentos;
exceso de fosfatasaso
carencia de anticuerpos;
que puedas tener mareos
por culpa del oído medio,
enfisema pulmonar,
una úlcera en el duodeno,
insuficiencia renal,
cálculos en el colédoco;
y hasta te pueden decir
aunque no entiendas ni medio,
que "hay una falla en el ácido
desoxirribonucleico".

Y aunque te sientas fenómeno
y así le insistas al médico,
lo tenés que aceptar todo
porque lo dice el chequeo.
Lo que más te va a asombrar
-aunque en esto seas un lego-
es la gran similitud
de todos los tratamientos
excluyendo, por supuesto,
el tema medicamentos:
siempre una dieta hiposódica,
andar kilómetro y medio
y nada de carnes rojas
ni embutidos ¡y ni quesos!;
sí pescado -bien hervido-,
y pollo, pero sin cuero...

Por eso querido amigo
a aconsejarte me atrevo:
si sos un tipo feliz,
sin temores y sin miedos,
¡no se te ocurra jamás
dejarte hacer un chequeo!.